Canonical limita el envío de Cds de la nueva versión Ubuntu 9.10 Karmic Koala

La crisis económica mundial no respeta a ninguno. Y Canonical no podía ser obviamente la excepción.

La software house presidida por Mark Shuttleworth ha decidido limitar el envío de Cds de la nueva versión Ubuntu 9.10 Karmic Koala disponible desde la 0 hora del jueves 29 de octubre, en perfecta marcha horaria con las fechas previstas inicialmente para el lanzamiento.

Por primera vez, desde Junio del 2006 (con Ubuntu 6.06 Dapper Drake) en que se iniciaron los envíos gratuitos a domicilio cada vez que salìa una nueva versión y previo pedido, Canonical ha decidido limitar esta vez los envíos a los usuarios que lo hacían por primera vez. En otras palabras quienes, como es mi caso, usuarios habituales de Ubuntu desde el inicio, habíamos ya recibido versiones anteriores se nos invita ambalemente a descargar de Internet la última versión o directamente a efectuar el upgrade a la nueva.

El texto es el siguiente:

Demand for Ubuntu CDs is very high, and we're trying to ensure that we have enough CDs for those who really need one. We've noticed that you've already received CDs of several previous Ubuntu releases. You can help us ensure the continued availability of Ubuntu CDs by

* upgrading to the new release without a CD
* downloading your own CD for free
* becoming an Ubuntu member by contributing to Ubuntu, and thereby becoming eligible for more CDs

Thanks for your support of Ubuntu!

Por un lado es una làstima sobretodo para aquellos nostálgicos (entre los cuáles me cuento) que "coleccionaban" los Cds un verdadero material no solo didáctico o de trabajo, también de colección.

Por otro lado es lògico pensar que con la crisis imperante los bolsillos de Canonical han comenzado a sentir los efectos de financiar absolutamente gratis todo el desarrollo y el envío de cada nueva release a domicilio (a pesar de que Canonical posee otros recursos como los server empresariales por los cuales se debe pagar).

Personalmente creo que una medida más adecuada a las circunstancias hubiera sido pedir una contribución mínima, digamos de un par de euros, para cubrir los gastos de envío. Tengamos en cuenta que millones de discos despachados en todo el mundo no es una broma.

De esta manera no se habría alterado el principio basilar de Ubuntu sostenido a rajatabla por el mismo Mark Shuttleworth cuando ha dicho en reiteradas oportunidades que Ubuntu "no será jamás una distribución comercial" y se habría colaborado en modo efectivo con las finanzas ubuntianas.

Tener el Cd original no es solamente bello, es también seguro. No todos tienen una conexión de banda ancha sobre todo en los centros poblados de menor importancia y especialmente en América Latina para poderse descargar casi 700 Mb de software. No es una buena manera de difundir la que hasta ahora se presentaba como la desafiante número uno en el mundo del open source a la monopólica Microsoft.

Tampoco es justo que sigamos exigiendo a Ubuntu todo sin dar nada (o poco) ya que colaboramos con su difusión.

De todas maneras,

BIENVENIDA KARMIC KOALA

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